En el ámbito empresarial nos podemos hacer una pregunta ¿Es posible que una empresa desempeñe distintas actividades? La respuesta es sí. ¿De qué forma se puede realizar? La respuesta es, a través de las denominadas ramas de actividad.
¿En qué consiste una rama de actividad?
Se trata de uno o varios grupos de elementos patrimoniales, compuestos por un activo y un pasivo, que forman una unidad económica independiente y que pueden realizar una actividad empresarial o profesional de forma autónoma dentro de la misma sociedad.
Dicho de otra forma, es una parte de una sociedad que puede organizarse independientemente para realizar una actividad.
Lo importante de las ramas de actividad es que permiten diversificar la actividad de una empresa porque no tienen que estar todas relacionadas con el mismo sector. Es el caso de la constitución de un holding con distintas ramas de actividad.
Clasificación de las diferentes ramas de actividad
Podemos encontrar diferentes clasificaciones para distinguir las distintas ramas de actividad que pueden existir. Entre ellas, tenemos la clasificación realizada por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la secretaría de la ONU de 1948, que establecieron 21 categorías. Por ejemplo, la explotación de minas y canteras, o las actividades financieras o de seguros, en el caso de las aseguradoras.
En otro orden de cosas, las ramas de actividad de una empresa se pueden incluir en 3 sectores económicos: sector primario, sector secundario y sector terciario.
El sector primario. Son las actividades económicas que explotan los recursos naturales. Entre ellas podemos encontrar la agricultura, la pesca, la ganadería, etc.
El sector secundario. Comprende aquellas ramas de actividad que tienen por objeto transformar la materia prima (recursos naturales) produciendo o creando un bien de valor añadido. Podemos tener el ejemplo de la industria textil.
El sector terciario. Incluye las actividades económicas que no producen bienes o extraen materias primas. Se tratan de servicios necesarios para la sociedad. Por ejemplo, dentro del sector terciario se encuentra la educación, la hostelería, etc.
¿Una empresa puede tener varias ramas de actividad?
Jurídicamente, la definición de una rama de actividad de una sociedad se encuentra en la Ley del Impuesto de Sociedades.
Mientras se cumpla con su definición, una sociedad puede llevar a cabo diferentes ramas de actividad. No importa si no existe una relación o semejanza. La ley permite que un negocio tenga dos o más ramas de actividad. Cada rama de actividad tendrá un objeto social diferentes.
Por ejemplo, puede suceder que una empresa se dedique a la apicultura (sector primario) y a fabricar muebles (sector secundario).
La aportación de una rama de actividad como aportación no dineraria
Centrándonos en el objeto de este estudio analizaremos la posibilidad de aportar una rama de actividad como una aportación no dineraria.
La aportación no dineraria es aquella que no consiste en una cuantía líquida de dinero, sino en un bien o derecho que tiene un valor económico concreto. Por ejemplo, al constituir una sociedad podemos aportar un EPI (Equipo para procesos de información) asignándole un valor determinado.
Asimismo, cualquier persona física o jurídica puede aportar a la sociedad una rama de actividad, recibiendo a cambio una cantidad de acciones o participaciones sociales.
La fiscalidad de una compraventa de una rama de actividad
La operación de compraventa de una rama de actividad no comporta el pago de tributo alguno. No tributa por IVA, ni ITP, ni IAJD.
Por lo que hace al Impuesto de Sociedades, se regula un régimen tributario más ventajoso para las distintas operaciones de escisión, fusión, aportación de activos o canje de valores.
Debido al régimen fiscal ventajoso que existe, la adquisición de una rama de actividad resulta muy rentable. Estas ventajas en la regulación tienen como objetivo ayudar en situaciones de reestructuración empresarial.
A pesar de ello, la ley no quiere incentivar las adquisiciones de ramas de actividad, lo que se pretende es no poner trabas en el desarrollo de las mismas.
A pesar de la existencia de este régimen tributaria ventajoso, si la única motivación que existe para realizar estas operaciones son las ventajas fiscales anteriormente descritas, no es de aplicación el régimen especial.
Diferencias entre una escisión parcial y una ampliación de capital de una rama de actividad
Como hemos descrito anteriormente, la particularidad de que una rama de actividad constituya una unidad económica hace que esta pueda funcionar de manera autónoma.
Es por ello que la transmisión de dicha rama de actividad no tiene porque alterar el funcionamiento de la empresa de la que se separa y comporta el traspaso del conjunto de elementos necesarios para el desarrollo de la misma.
Uno de los métodos para realizar una aportación de una rama de actividad es un aumento de capital. No es preceptiva la aplicación de las leyes que regulan la segregación como forma de escisión.
El aumento de capital por aportación no dineraria en una sociedad permite integrar una rama de actividad en la misma, sin que se trate de una modificación estructural de la sociedad, es decir de una escisión.
La diferencia más significativa entre la aportación no dineraria y la escisión parcial es que la segunda produce efectos de disolución parcial en la empresa transmitente, debido a que esta reduce su capital.
Por otra parte, en el caso de una aportación no dineraria, el aportante no reduce su capital. Esto sucede debido a que el transmitente recibe acciones o participaciones sociales del adquirente, por lo que no ve menguado su capital.