Con el cambio de década a la vuelta de la esquina, desde Anteo queremos hacer un repaso por los principales retos para el crecimiento de las pymes en 2020.
Actualmente, y con el paso del tiempo se acentúa cada vez más, que las grandes empresas afectan a la subsistencia y la competencia de las pequeñas y medianas empresas. Sobretodo debido a las flaquezas estructurales que las pymes siguen teniendo actualmente. La conclusión de todo ello es que las pymes tienen que enfrentarse a amenazas y/o desafíos comunes para que su crecimiento sea efectivo.
La mayor de las dificultades, para ese crecimiento a las que se enfrentan las pymes es la falta de solvencia. Será necesaria una buena liquidez económica para su subsistencia en el mercado.
Otro de los principales objetivos de las pymes y de sus directivos, es el reclutamiento de personal altamente cualificado. Evitar su fuga de talento a grandes empresas o que sus perfiles se lancen al emprendimiento es una máxima. Solo unas condiciones laborales y económicas satisfactorias garantizarán la continuidad de los empleados talentosos.
La tecnología y la digitalización es otro de los retos con bastante carencia y necesarios en las pymes. La incorporación de nuevas tecnologías supone un coste elevado para las pequeñas y medianas empresas, a veces difícil de asumir. Por su lado, las grandes empresas, en su mayoría, se encuentran o han superado ya los duros procesos de digitalización. Para ellos, es más fácil asumir los altos costes.
La financiación para el crecimiento de las pymes
Como ya hemos apuntado anteriormente, la falta de recursos financieros es un reto que deben afrontar las pymes, para su subsistencia y viabilidad económica. Una posible fórmula, que suele funcionar bastante bien para llegar a los objetivos planteados por la dirección, es la internacionalización de la pyme.
Para intentar solventar los problemas de financiación y el poco margen de negociación que en ocasiones hay con sus proveedores (reducción de periodos de pago), las pequeñas y medianas empresas se ven obligadas a establecer estrategias de precio, es decir establecer un precio menos competitivo para los productos que venden que el de las grandes empresas.
Lo que realmente dificulta la la internacionalización de las empresas es el exceso de burocracia. Sería necesario propiciar acuerdos de comercio y medidas para favorecer el acompañamiento a estas pymes en su salida a los mercados exteriores. Necesitan, en definitiva, más apoyo de las administraciones públicas.
Tecnología y digitalización de la pyme
Según estudios de mercado, las nuevas tecnologías será la industria en experimentar un mayor crecimiento durante los próximos años, seguidas por internet y las energías renovables. La introducción de estas nuevas tecnologías para optimizar los costes y el modelo a seguir de negocio es uno de los retos que deberán abordar las empresas. Esto no es nuevo, llevamos años escuchando que la digitalización es necesaria para el crecimiento de las pymes en 2020.
La aparición de estas tecnologías ha provocado una gran falta de profesionales en el mercado ante el gran número de demandas en especialistas en estas áreas. Esto abre una oportunidad a personas que buscan un impulso en su carrera profesional por este sector en pleno auge.
La entrada en lo que llamamos “La Era Digital”, para las pymes es realmente un obstáculo. El motivo principal es porque representa un coste que afecta directamente a sus resultados económicos. Es habitual que ellos no vean la inversión en tecnología como una apuesta que les vaya a permitir ser más eficientes y mejorar sus servicios y/o productos. Como consecuencia, se ve afectado también el desarrollo general de la economía nacional . Si tenemos en cuenta que las pymes españolas representan más del 99% de la producción del país, nos podemos hacer una idea.
Según refleja el informe de la Radiografía de la Pyme 2018 de Sage, las pequeñas y medianas empresas españolas todavía no disponen de un plan de negocio para realizar su digitalización. Esto se traduce en que solo el 19% de ellas están preparadas para iniciar este proceso. En el caso de los autónomos, el dato es todavía más preocupante.
La búsqueda del talento
Quizá sea uno de los retos principales para las pymes de cara a 2020. Aunque sabemos que hay una elevada tasa de paro, encontrar personal altamente cualificado que desee trabajar en una pequeña o mediana empresa es difícil. La mayoría de estos perfiles profesionales con conocimientos técnicos y realmente buenos en el desempeño de sus funciones, terminan por marcharse a una gran empresa. Y muchos otros optan por el emprendimiento, creando nuevas empresas que se suman a la competencia.
La cartera de clientes
Las empresas cuyos ingresos provengan en más del 50% de uno o dos clientes se enfrentan a un gran riesgo. Si sus escasos clientes plantean problemas de impago o optan por la competencia, la viabilidad de la pymes quedará muy afectada. Por tanto, para el crecimiento de las pymes en 2020 sería ideal que se planteasen la diversificación de su cartera de clientes e incluso de su paquete de servicios.
Hoy en día, las subcontratas de pequeñas empresas por otras de mayor capacidad de trabajo, se han elevado. Cuando éste contrato supone casi la mitad de la actividad para la pequeña empresa, estamos ante un posible riesgo.
Esto funcionará, mientras la empresa de mayor tamaño tenga un volumen de pedidos constante de los productos y/o servicios de la pequeña empresa y se repita a lo largo de los años. Por tanto, lo mejor es contar con una buena base de clientes bien diversificados, para así repartir nuestros ingresos de la manera más armónica posible.
El equilibrio empresarial
Aunque a veces nos cueste, la toma de decisiones es de vital importancia para el crecimiento de la empresa.
Estas decisiones para el crecimiento de la pyme las podríamos dividir en dos grandes grupos:
- Por un lado las decisiones para la diversificación o eliminación de servicios y/o productos. para poder seguir creciendo. En ocasiones hay que sumar o restar productos/o servicios para que la empresa sea viable. Si la empresa dependiera por ejemplo de un único producto, y su venta cayese drásticamente por un acontecimiento externo y no controlable, la empresa se volvería inviable de forma casi inmediata.
- Y por otro lado, las decisiones que afectan al trato al cliente y la prestación del servicio. Es habitual que al crecer, el trato de la pyme con el cliente deje de ser tan personal. La toma de decisiones al respecto debe ser firme pero estudiada. En función del tipo de negocio, perder esa cercanía o personalización del servicio puede ser fatal. Normalmente la prosperidad y notoriedad de algunas pymes se deben al nivel de compromiso personal y la atención al detalle con sus clientes. Resumiendo, un poco, estamos en un terrero intermedio, donde los propietarios de pymes se encuentran en la disyuntiva de seguir ofreciendo una atención más personal o de apostar por el crecimiento del negocio, sin perjudicar la calidad de su producto o servicio.
Conclusiones sobre los retos para el crecimiento de las pymes en 2020
Por tanto, de cara al crecimiento de las pymes en 2020, éstas deben afrontar los retos con un proyecto que incluya:
- Una posible internacionalización del negocio.
- Afrontar un proceso de renovación y adaptación tecnológica y digital.
- Aprender a captar y retener el talento.
- Valorar las fuentes de ingresos y la cartera de clientes, frente a la oferta de servicios/productos y su política de precios.
- Tomar las decisiones adecuadas para el crecimiento, sin perder de vista al cliente y la calidad del servicio.