¿Sabes qué son los puntos de control de la contabilidad de una empresa? ¿Cómo se pueden detectar los errores o evitar incurrir en ellos? Te lo explicamos a continuación
Como hemos informado en posts anteriores la contabilidad es una pieza básica en cualquier negocio. No sólo porque es la base para la presentación de las obligaciones fiscales, sino que nos permite conocer su realidad económica y financiera. Es necesaria para una correcta toma de decisiones, ya sean estratégicas, puramente de costes, actuales o futuras.
Se trata de información muy importante para reflejar correctamente los estados financieros y saber que podemos afrontar con garantías notificaciones de la Agencia Tributaria o si hemos superado las magnitudes que nos obligan a realizar una auditoría externa. Las empresas obligadas a ello realizan la auditoría de sus cuentas en que se verifica que no existan errores en la contabilidad y los estados financieros de la entidad.
No obstante, seamos una gran corporación o un pequeño negocio, podemos seguir una serie de recomendaciones y controles contables internos que nos permitirán verificar la fiabilidad de nuestra contabilidad con la periodicidad que nos interese. Son pautas básicas que no necesitan ser efectuadas por auditores inscritos, si bien deberían ser realizadas por personal con los conocimientos contables necesarios.
Principales puntos de control de la contabilidad
1.- Revisión de los Impuestos presentados y su contabilización
Según sea nuestro caso, podemos estar obligados a una presentación mensual o trimestral de nuestras obligaciones tributarias. Deberíamos comprobar con la periodicidad pertinente que los saldos contables consignados coinciden con el de las declaraciones presentadas. Y en el caso de aplazamientos, que los intereses pertinentes se encuentren así mismo reflejados.
2.- Revisión del balance de sumas y saldos
Con este informe podemos detectar rápidamente posibles incongruencias en nuestra contabilidad. Un ejemplo sencillo es el de partidas contables con un saldo contrario a su naturaleza. Conviene aclarar que la existencia de esta incidencia puede proceder de un anticipo, abono o factura no contabilizada.
3.- Revisión de los saldos bancarios y arqueo de caja
Los saldos bancarios consignados en contabilidad ya sean de cuentas corrientes, ahorro, cuantas de crédito o export, por ejemplo, deberían coincidir con los consignados en los extractos bancarios. Podemos encontrarnos con diferencias entre ambos informes, pero deberían de poder acreditarse mediante la correspondiente conciliación bancaria.
El control del saldo de caja tiene también gran importancia, aunque con magnitudes menores para poder detectar la no justificación de retiradas de efectivo.
4.- Revisión de la amortización imputada al ejercicio
Vista su implicación en el resultado del ejercicio, deberíamos validar que las dotaciones reflejadas en contabilidad coincidan con los porcentajes legalmente establecidos a tal efecto. Ya sea mediante el software de contabilidad que utilicemos que nos permita una ficha unitaria por cada elemento de inmovilizado. O bien mediante un archivo externo que contemple todos los elementos, sus valores y sus importes a incluir.
5.- Revisión de la cifra de stock o inventario
Revisar mediante las técnicas habituales de recuento que el valor y unidades del inventario físico coinciden con el reflejado en nuestro programa de control y contabilidad. Esta herramienta nos permite no sólo disponer de información actualizada y real de nuestro stock sino también conocer el estado del mismo y posibles desapariciones o deterioro físico.
6.- Verificar las partidas de provisiones y periodificaciones
Es importante verificar dichas partidas para imputar en el ejercicio actual, según su devengo, los saldos que provengan de ejercicios anteriores. Y poder periodificar a ejercicios posteriores las partidas que así se deban contabilizar.
7.- Reclasificación de deudas a corto plazo
Para reflejar una imagen fiel de los estados contables, es necesario analizar las deudas consignadas a largo plazo en contabilidad (duración superior a un año) y realizar el correspondiente traspaso a corto plazo de las que deberán ser efectivas en el ejercicio siguiente.
8.- Operaciones con partes vinculadas
Deberemos comprobar este tipo de operaciones que pueden ser comunes en las pequeñas y medianas empresas y comprobar que se encuentren debidamente documentadas, que reflejen el tipo de interés pactado (siempre igual o superior al legal del dinero) y que los intereses devengados y no pagados hayan sido contabilizados.
Con estos sencillos puntos de control de la contabilidad, minimizaremos la posibilidad de cometer errores. Independientemente de lo grandes o pequeños que seamos, realizar estas revisiones nos ayudará a tener una visión mucho más clara de nuestro negocio. Además, nos ayudan a reconocer qué recursos necesitamos para afrontar el futuro con más garantías.